El sonido de una flauta dulce fue la inspiración para que Jorge Padilla se interesará en la música, cuando tan solo tenía doce años de edad la melodía del instrumento empezó a motivar en la música sonora.
A su corta edad y con sus propios pasos e iniciativa, llegó hasta la Fundación Nacional Batuta dónde inició sus pininos en la música, interpretando los instrumentos de iniciación musical como la Flauta, Las Placas, los ensambles musicales y el canto. Es desde allí cuando inicia su proceso musical.
Pese a que sus padres lo habían inscrito en diversos programas recreativos y deportivos para Jorge solo la música era su razón de ser, porque quería ser un gran Violonchelista.
Con el pasar de los días y con el tiempo a su favor fue así como descubre el talento de la música y descubrió que podía ejecutar con facilidad los instrumentos universales de las Orquestas Sinfónicas.
Es así como a los 18 años, inició su primer contrato como docente de música. Escenario que le dió la oportunidad de incursionar en la docencia, espacio que le permitió compartir con talleristas y maestros de la música en su carrera musical.
Es Arquitecto de profesión, pero su amor por la música le ha permitido diseñar en su corazón las partituras para enamorarse apasionadamente de la música sonora luego de formarse en Bellas Artes.
Actualmente trabaja con la Fundación Nacional Batuta como docente, director y coordinador musical, trabajó como docente y director en In crescendo de Sincé, hizo parte de la dirección de la Orquesta Sinfónica de Comfasucre, como invitado tuvo la oportunidad de dirigir la orquesta sinfónica de la Universidad del Norte y a nivel internacional dirigió a Chamber Orchestra Of Rimini, Italia y Orquestas Sinfónicas Juveniles del sistema musical de Caracas.
A lo largo de su trayectoria musical sonora tuvo grandes maestros de dirección que le aportaron a su carrera como: Andrés González, de Venezuela; David Pérez Olmedo, de México; Juan Pablo Valencia de Colombia y Nelson Julián Gómez.