Con la agilidad de sus dedos, Camila Zambrano, en sus tiempos libres, ejecuta su violonchelo en su vivienda para mejorar el conocimiento adquirido en la música sonora desde que se vinculó a la Fundación Nacional Batuta.
«Mi expectativa es que podamos salir y demostrarles a otras personas el talento que tenemos para que se animen y puedan tocar este instrumento, ya sea viola, violonchelo, contrabajo, y seguir en este camino que nosotros también llevamos», aseguró Camila Zambrano.
En su pesado violonchelo arrastra el conocimiento sinfónico, destreza que ha venido adquiriendo desde los nueve años cuando inició en la música sonora. Desde entonces, le ha tocado distribuir su horario educativo para poder realizar el sueño de tocar en la Orquesta Sinfónica Estacional de Sucre.
«Son unas partituras muy alegres, como lo es La pollera colorá, La boyona, Brisas de diciembre. Esto es lo que nos motiva cada día a pararnos y tocar para aquellas personas que nos van a escuchar», manifestó la violonchelista de Batuta.
Mientras Camila afina su instrumento, los más de 80 niños, niñas, adolescentes y jóvenes ensayan las obras musicales que interpretará la Orquesta Sinfónica Estacional de Sucre, del 15 al 20 de diciembre, en Sincelejo, Los Palmitos, Sincé, San Onofre, Guaranda y Galeras.
«Este llamado que le han hecho para integrar esta orquesta ha sido algo muy especial para nosotros, porque hemos vivido el proceso y sabemos que es algo que requiere disciplina, que requiere el esfuerzo de nosotros como padres para poder apoyarla, ya que las jornadas de ensayos son bastante largas», manifestó Juan Zambrano, padre de Camila.
El repertorio sonoro de la Orquesta Sinfónica incluye arreglos de nuestros ritmos folclóricos, como la música de acordeón sabanera, el porro y la cumbia, donde participa el Conservatorio de Sincelejo, la Fundación Nacional Batuta, Comfasucre, In Crescendo y la Fundación Cantares.
Este es un proyecto apoyado por el Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes y la Gobernación de Sucre.